Metallica - Hardwired to self destruct
Un largo periodo, que contó entre medio con dos visitas a nuestro
país, en una calurosa tarde de enero de 2010, en el Club Hípico y la
última hace poco más de un año y medio en el Estadio Monumental, con un
recital a la carta. Son ocho años de silencio de Metallica por sí solos, aunque en este periodo lanzaron junto al tristemente fallecido Lou Reed el no menos polémico “Lulu”.
Cada lanzamiento de un álbum de Metallica está rodeado por una atmósfera de incertidumbre desde el radical cambio entre el “… And Justice for All” (1998) y el álbum “Metallica”
(1991), más conocido como el “Álbum Negro”. Desde allí, cada disco
muestra nuevas directrices de la banda, en los ’90 más orientadas a lo
comercial y después ese experimento llamado “St. Anger” (2003).
Afortunadamente para quienes gozamos principalmente de los discos ochenteros, llegó en 2008 el bien recibido “Death Magnetic”, donde Metallica lograba dar, en buena parte, con ese estilo que los llevó a la cima y los coronó como los más grandes del Thrash Metal.
Con estos antecedentes, se anunció este nuevo trabajo como disco
doble, respecto del cual, poco a poco, nos fuimos enterando de más
detalles, entre ellos tres temas como “adelantos”, que la banda tiene
videoclips para cada una de las canciones de esta placa, y una curiosa
próxima visita a Chile, al festival Lollapalooza durante abril del
próximo año 2017.
El disco comienza con el tema homónimo y primer single, titulado Hardwired, un corte digno del Metallica
clásico, al menos en intensidad. Sencillo y directo a la vena, quizás
siguiendo la línea de las composiciones con que los californianos suelen
abrir sus álbumes. Se siente de inmediato una evolución a una de las
grandes críticas del álbum antecesor, que era ese sonido plástico, muy
de computador con distorsiones de cartón. Al parecer, el productor Greg Fidelman, Lars y compañía entendieron el mensaje e hicieron las mejoras respectivas.
Metallica - Hardwired to self destruct
